La Administración atiende así la petición de ASICCAZA, que espera que el resto de CCAA se pronuncien en el mismo sentido
La Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha ha incluido finalmente al sector de la carne de caza en el decreto que convoca las ayudas para apoyar a los sectores afectados por la crisis sanitaria. Así, atiende a la solicitud presentada en este sentido hace unas semanas por la Asociación Interprofesional de la Carne de Caza.
Según explica la consejera de Economía, Empresas y Empleo, Patricia Franco, en un escrito remitido al presidente de la entidad, Florencio Rodríguez, en base a las peticiones presentadas por Asiccaza y otras entidades, se han ampliado los CNAES que fijaba inicialmente el Real Decreto-Ley “para adaptarlos a la realidad de nuestra economía regional”.
La Asociación Interprofesional de la Carne de Caza Silvestre (Asiccaza) agradece el apoyo mostrado por la Junta de Comunidades de Castilla La Mancha al recoger su compromiso con el sector. Y es que esta medida permitirá que los productores y comercializadores de carne de caza puedan optar a unas ayudas que oscilarán entre los 3.000 y los 200.000 euros, en función de la tipología de los beneficiarios y de los gastos subvencionables declarados. Hay que recordar que se trata de ayudas finalistas, directas y anticipadas en un pago único.
Este tipo de ayudas son de vital importancia para recuperar a un sector tremendamente afectado y que tiene un algo impacto en la generación de riqueza y empleo en muchas zonas rurales de nuestro país.
Asiccaza confía en que una vez que Castilla-La Mancha ha atendido las reclamaciones del sector, puedan hacerlo otras comunidades autónomas teniendo en cuenta que aunque se trata de una industria cárnica, sus características singulares hacen que sea enormemente dependiente del canal HORECA, con una cadena de valor vinculada a la restauración y al turismo.
Así, según los datos que maneja la entidad, estas industrias han sufrido reducciones de hasta un 53% de su facturación, a lo que se une una bajada de precios enorme por la falta de ventas reflejados en las lonjas. “Es decir, se ha vendido muchísimo menos y además infinitamente más barato”, apunta la entidad.
Además, los productores enmarcados en Organizadores de caza, explotaciones ganaderas y otras empresas cinegéticas han visto también afectada su situación económica por la limitación a la movilidad de los cazadores, especialmente de los procedentes del extranjero, que sustentan gran parte del aspecto comercial de estas explotaciones llegando algunas empresas a reducciones de facturación superiores al 90 %.