Ingredientes.
-Un cuello y costillas de medio cuarto delantero de corzo.
- 2 cebollas y 1 puerro.
- 2 hojas de laurel.
- 3 dientes de ajo.
- 1 ramita de romero.
- Pimienta negra.
- 250 ml de jarabe de saúco.
- 1 litro caldo suave de verduras.
-100 gr de harina.
-100 ml aceite de oliva virgen.
-1 litro de leche semidesnatada.
-1 pizca de nuez moscada.
-50 gr. queso rallado.
-Sal.
-Para rebozar: huevo, harina y pan rallado.
Elaboración.
Comenzamos preparando un guiso en una cazuela. El secreto es tiempo e hidratación, para que la carne quede tierna y sabrosa.
Primero sellamos la carne sobre el aceite bien caliente, a fuego vivo, añadimos las verduras, dejamos que suelten toda la humedad, añadimos el jarabe de saúco (le va aportar color y va a ayudar a su cocinado), dejamos que evapore un poco el jarabe y regamos con el agua o caldo, hasta cubrir. Cocinamos durante 1 hora vigilando de que no nos quede el guiso sin caldo. Retiramos y dejamos enfriar para desmenuzar la carne. El caldo se reserva, es dónde está toda la sustancia.
En una cazuela ponemos a calentar el aceite de oliva. Uno de los secretos o trucos para unas croquetas deliciosas es poner la misma cantidad de materia grasa que de harina. Cocinamos bien la harina, si no lo hacemos nuestras croquetas sabrán a engrudo.
Una vez que tengamos la mezcla bien cocinada, vamos añadiendo la leche poco a poco sin dejar de trabajar la masa con las varillas, añadimos la pizca de nuez moscada, la carne deshilachada de corzo y el queso rallado. Seguimos trabajando la bechamel sin dejar de remover y que se cocine unos 25 ó 30 minutos para que luego nos queden cremosas por dentro.
Ponemos a enfriar nuestra bechamel en un recipiente, y tapamos con papel film la capa superior para que no nos crie costra. Dejar toda la noche en la nevera y al día siguiente montar las croquetas, una vez formadas pasar por harina, huevo batido y pan rallado y a la sartén con aceite bien caliente, dorar y sacar a un papel absorbente.